lunes, octubre 31, 2005

ENFOCAR


Cuando empecé a enfocar de nuevo me di cuenta que el lugar ya no estaba configurado de la forma que lo había visto la primera vez. El sillón violeta no estaba en esa posición que te obligaba a saltarlo para pasar hacia la chimenea oblicua, el guardapolvos ya no atravesaba el ventanal que daba hacia adentro, la luz ya no salía sino que entraba.


Después de volver a equilibrarme en la habitación, me di cuenta que había sido el foco el que me había encandilado, un foco que antes no estaba, por eso que me pillo con los ojos abiertos.

Sentí que alguien tomaba mi muñeca, mire hacia abajo y ahí estaba. Mi reloj que usaba cuando niño!, que hacia ahí?, supuestamente lo había perdido en una piscina de arena en el colegio... Veo la hora y eran 10 minutos antes de cuando abrí la puerta de la habitación.


Mis ojos perdidos en el sillón violeta no lograban enfocar una respuesta clara a lo que me estaba sucediendo, hasta que la imagen paso de un lado al otro de la pieza.


La vi solo una vez y comprendí lo que me paso. Nunca había entrado a esa pieza, nunca salido tampoco, es mas ni la conocía. Pero esa imagen me dejo en claro que las cosas no se van, pero si que cambian. Que no siguen siempre en el mismo lugar pero prevalecen, que perder la mirada por unos segundos te muestra mas realidades que la "conciencia", que quiero seguir encandilándome.

G.